Este texto nos habla sobre dos objetivos que tienen los pueblos al establecer declaraciones en sus constituciones.
El primer objetivo es sancionar de manera escrita y permanente las conquistas obtenidas en luchas pasadas. Esto significa que cuando un pueblo ha logrado ciertos derechos o libertades a través de luchas o movimientos sociales, es importante plasmarlos en la constitución para que queden protegidos y no puedan ser fácilmente eliminados o ignorados en el futuro.
El segundo objetivo es reconocer o adoptar doctrinas de justicia como base para la formación de la Nación. Esto significa que los pueblos buscan establecer principios de justicia y equidad en su constitución, para que estos principios sean la base sobre la cual se construye la Nación. Estas doctrinas de justicia pueden incluir derechos humanos, igualdad de oportunidades, protección del medio ambiente, entre otros.