• « Entonces recordó algo: el Museo J. Paul Getty, de California. -Allá hay mucha plata -le dijo a Butler-. Su poder y su prestigio seducirán a los ladrones. Si el Getty aceptaba colaborar, él podría hacerse pasar por su representante en Europa y ofrecerse a comprar el cuadro robado para devolverlo a la Galería Nacional. »