• « Poco después del nacimiento de nuestra hija Julia decidimos dedicarnos la noche de los viernes. Acostaríamos a Julia, nos instalaríamos frente a la chimenea, abriríamos una botella de champaña y charlaríamos. »
• « A otro niño le hablaba así: "¡Stephen! ¿Dónde andas? Mira, si quieres saber por qué no vas a jugar hoy, te lo diré. Llegaste con retraso a la práctica del viernes, y sigues culpando a los demás de lo que sale mal". »
• « Quienquiera que cobre su sueldo cada viernes sabe que, si su cuenta bancaria tiene un saldo bajo el jueves, al otro día tendrá más dinero. Esto acaba con el incentivo para ahorrar. Así me sucedió a mí cuando tuve un empleo fijo. »
• « Mi marido era un médico muy especial. Tomaba su profesión con seriedad, pero le gustaba divertirse. Contaba chistes increíbles y todos los viernes por la tarde celebraba una "conferencia médica". Así la llamaba, pero en realidad era una fiesta para las enfermeras. »
• « Si la persona suele dormir cada noche 90 minutos menos de lo que necesita, el viernes se sentirá mucho peor que el martes. "Al cabo de cinco noches se han perdido siete horas y media, lo que equivale al sueño de toda una noche", comenta el biopsicólogo Dinges. "Por eso hay días en que lo único que uno hace es pedir que la noche llegue rápido". »
