Definición de auto sacramental

1. Lit. Pieza de teatro dramática glosando el misterio de la Eucaristía o simbolizando el Pecado, la Fe, etc.
   
   Es una forma de literatura dramática que es única en España, aunque en algunos aspectos similares en carácter a las antiguas obras de Moralidad de Inglaterra.
   
   Al principio giró fundamentalmente en torno al nacimiento y muerte de Jesucristo (ciclos de Navidad y Pasión, respectivamente). Representado en esta fase originaria como una prolongación de la liturgia, cobró vida independiente al prohibirse las representaciones en los templos.
   
   El más antiguo que se conoce, titulado Auto de los Reyes Magos, data de finales del siglo xiii. El género alcanzó su apogeo entre los siglos xvi y xviii en manos de famosos cultivadores, como Gil Vicente, que adscribió definitivamente el nombre de «auto» a esta clase de representaciones.
   
   Con Timoneda, la modalidad gana en interés dramático, con Lope de Vega en lirismo y con Calderón en profundidad. Entre los muchos autos de este último son bien conocidos el filosófico La vida es sueño (convertido luego en drama); El gran teatro del mundo, verdadera alegoría de la humanidad; y La cena de Baltasar, de inspiración bíblica.
   
   

   Origen e historia

   
   
   El auto sacramental puede definirse como una representación dramática del misterio de la Eucaristía. Al menos esta es la definición que se aplicaría al auto de la época de Calderón. Sin embargo, no encaja tan bien con las del siglo anterior, muchas de las cuales tenían carácter sacramental sólo porque se presentaban durante la fiesta del Corpus Christi. Suelen ser alegóricos, los personajes que representan, por ejemplo, la Fe, la Esperanza, el Aire, el Pecado, la Muerte, etc. Había algunos, en efecto, en los que no aparecía ni un solo personaje humano, sino personificaciones de las Virtudes, los Vicios, los Elementos, etc.
   
   El auto sacramental siempre se presentaba en las calles en relación con la celebración de la fiesta del Corpus Christi. Era precedido por una procesión solemne por las principales calles de la ciudad, decorándose las casas a lo largo del recorrido en honor a la ocasión.
   
   En la procesión aparecían los sacerdotes que llevaban la Hostia bajo un espléndido dosel, seguidos de una multitud devota, en la que, en Madrid, aparecía a menudo el rey y su corte sin distinción de rango, y por último, en hermosos coches, venían los actores de los teatros públicos que iban a participar en la representación.
   
   La procesión solía detenerse ante la casa de algún dignatario mientras los sacerdotes realizaban ciertas ceremonias religiosas, la multitud se arrodillaba mientras tanto como en la iglesia.
   
   Al final de estas, se entregaba el auto. Estas representaciones, y también la procesión, se daban con mucho esplendor y a un gran costo, estando limitadas sólo por los recursos de la ciudad particular en la que se llevaban a cabo.
   
   
   
   La Barraca. Escena con decorados de Benjamín Palencia del auto sacramental «La vida es sueño», de Calderón de la Barca (1932). Fotografía anónima. Colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, España. CC
   
   
   El primer drama religioso
   
   Las exhibiciones religiosas fueron populares entre el público en España desde el siglo XIII. Estas típicamente consistían en simples diálogos, presentados en Navidad, Carnaval, Viernes Santo o Pascua durante las fiestas religiosas. A medida que el tiempo pasaba, la celebración de la fiesta del Corpus Christi se hizo más grande y con ello se hizo evidente el deseo de dramatizar el día de la fiesta y honrar la Eucaristía. Los primeros autos se derivaron de material religioso ya existente, pero a principios del siglo XVI se presentó el primer verdadero auto sacramental, es decir, el tema de la obra era el misterio de la Eucaristía. Fue El Auto de San Martín, de Gil Vicente.
   
   Altura de la popularidad
   
   Durante los siglos XVI y XVII estos autos siguieron apareciendo, siendo gradualmente mejorados y elaborados hasta que Calderón los llevó a su máximo estado de desarrollo. Dejó unos setenta autos, de los cuales los más conocidos son El Divino Orfeo, obra de considerable mérito poético, La devoción a la misa y El cautiverio del arca. Estos autos fueron los más populares y fueron los únicos que se realizaron en Madrid de 1647 a 1681. Estos autos sacramentales produjeron un gran efecto en el pueblo. Desde tiempos inmemoriales, alegorías de todo tipo les habían atraído poderosamente, y estos autos se apoderaron con fuerza del favor popular, llegando como lo hacían en las fiestas religiosas, con su música y su esplendor, unido al hecho de que se daban a expensas públicas y con la sanción de la iglesia católica.
   
   Prohibición
   
   Citando la falta de respeto a la Eucaristía, Carlos III declaró la presentación y el desempeño de los autos prohibidos por decreto real en 1765.
   
   
   
   Primera página de El villano en su rincón, un auto sacramental de Lope de Vega publicado por primera vez en 1617.. CC
   
   
   

   Escritores reconocidos

   
   
   Gil Vicente [c.1465 - 1536/1537]: escribió en portugués y español; considerado co-padre de la dramaturgia española con Juan de la Encina; escribió autos muy tempranos
   
   Juan de la Encina [1468 - 1529]: considerado copadre del drama español con Gil Vicente; en 1496 publicó el libro llamado Cancionero de ocho églogas, el precursor del auto sacramental.
   
   Juan de Timoneda [c.1520 - 1583]: escribió seis autos, incluyendo La Oveja Perdida; autor de los únicos autos escritos en catalán.
   
   Lope de Vega [1562 -1635]: escribió alrededor de 400 autos; 42 textos sobrevivientes incluyendo "La Cosecha" y "El lobo convertido en pastor".
   
   José de Valdivielso [1565 - 1638]: autor del libro Doce autos sacramentales y dos comedias divinas, publicado en 1622; precursor de Calderón de la Barca en el uso de la alegoría.
   
   Pedro Calderón de la Barca [1600 - 1681]: considerado el más prolífico de los escritores de autos; dos autos conocidos son La cena del rey Baltasar, o Fiesta de Belsasar y El gran teatro del Mundo, o El gran teatro del mundo.
   
   
   
   Foto del Auto Sacramental de la Resusrrección, conocido por los lugareños en Hinojos donde se realiza, como "Los Abrazos". CC

Cristianismo

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