Tronco de gusanos parásitos que antiguamente constituían una clase del tronco de loe nemaltemintos. Su tamaño varía de unos pocos milímetros a más de 60 cm de longitud y su cuerpo, largo y cilindrico, carece de aparato digestivo. Por tener la trompa armada de unos ganchos o espinas curvos se dice con frecuencia que tienen la «cabeza espinosa». Estos animales viven como parásitos en el intestino de las aves, de los peces y de otros vertebrados. Su ciclo de vida abarca varios huéspedes, tanto definitivos (animales en los que se desarrolla la etapa sexual o reproductora del parásito) como intermedios (animales en los que el gusano se encuentra en forma larvaria). Cuando los huéspedes definitivos son animales acuáticos, los intermedios son, por lo general, crustáceos o larvas de insectos; cuando los huéspedes definitivos son animales terrestres, los intermedios son insectos generalmente. Los huevos de los acantocéfalos, expelidos en las heces de un huésped definitivo, son ingeridos por los intermedios donde se desarrollan originando larvas infestantes. Al ingerir los huéspedes definitivos a estos intermediarios infestados reciben las larvas, que entonces se transforman en adultos y se adhieren a la paredes del intestino. Dos especies de acantocéfalos son el Macrocanthorynchus hirudinaceus, que se encuentra en el cerdo, en el verraco y en el pécari, y el Moniliformis moniliformis, que se halla en las ratas, ratones, hámsters, perros y gatos. Véase Parasitismo.