Acendrar tiene dos acepciones principales. La primera se refiere a purificar metales mediante el uso de fuego y cendra, eliminando impurezas para obtener un metal de mayor calidad. La segunda acepción implica depurar o limpiar algo, eliminando contaminantes o impurezas. En este sentido, acendrar va más allá de la purificación de metales, abarcando cualquier proceso de limpieza o purificación en general.
Esta acepción hace referencia al proceso de purificar metales mediante el uso de fuego y cendra. La cendra, o ceniza, se utiliza como parte del proceso de purificación para eliminar impurezas y obtener un metal de mayor calidad y pureza.
Ejemplo de uso: "El maestro joyero acendraba cuidadosamente el oro fundido en la cendra para eliminar las impurezas y obtener una joya de alta calidad".
Depurar.
Esta acepción se refiere al acto de eliminar impurezas o hacer que algo quede libre de contaminantes.
En este sentido, acendrar implica una acción de limpieza o purificación en un sentido más amplio, no solo limitado a los metales.