Adjetivo es una palabra que describe o califica a un sustantivo, añadiendo características concretas o abstractas a este. Puede expresar propiedades perceptibles por los sentidos o la mente. Los adjetivos se adaptan en género y número al sustantivo al que acompañan. Por ejemplo, "libro verde" indica masculino singular, mientras que "ojos azules" refleja masculino plural. En lengua, el adjetivo es esencial para enriquecer la descripción de los elementos que conforman una oración, aportando detalles que permiten una mejor comprensión y visualización de lo que se quiere expresar.
El adjetivo es una parte de la oración que acompaña al sustantivo o nombre para determinarlo o calificarlo.
El adjetivo muestra o precisa características o propiedades concretas (perceptible por los sentidos, ej: armario grande) o abstractas (perceptible por la mente, ej: libro difícil) atribuidas a un sustantivo (armario, libro, respectivamente).
Los adjetivos tienen género y número al igual que los nombres. El género y el número de los adjetivos depende siempre del nombre al que acompañan. Veamos ejemplos: libro verde, masculino singular; ojos azules, masculino plural.
Los adjetivos de una sola terminación, son aquellos que tienen la misma forma tanto para masculino como para femenino: amable, grande, verde, etc. Los de dos terminaciones: bueno/na, feo/a, etc.
• « convencional - establecido por la costumbre; aquello en lo que todos convienen explícita o implícitamente. Del latín conventionalis: debido al libre consentimiento; adjetivo de conventio: concierto, pacto. »
• « Se creía que nada puede escapar de los agujeros negros, ni siquiera la luz (de ahí el adjetivo "negros"), y la Teoría General de la Relatividad, de Albert Einstein, establecía que su área no puede encogerse. Empero, al formular mentalmente ecuación tras ecuación, y al incorporar a estas las reglas de la física cuántica, Hawking obtenía una y otra vez resultados extraordinarios. »
• « Viendo que algunos de mis estimados colegas comenzaban a emplear adjetivos como brillante y excelente para calificar a tan absurda y pretenciosa porquería, no sólo ataqué la película por la televisión nacional, sino que también trasgredí una regla tácita de mi profesión: ataqué a mis compañeros de oficio. » (de adjetivo | plural)
• « El adjetivo proviene de Dracón, legislador ateniense del siglo VII a. C. que publicó las primeras leyes escritas de Grecia y a quien suele culparse de su excesivo rigor, aunque él no las inventó: eran costumbre entre los griegos desde hacía muchos años. »