(1104-1157). Rey de Castilla y León, hijo de la reina doña Urraca y de su primer marido, Raimundo de Borgoña. Proclamado por el arzobispo de Santiago, Gelmírez, no logró impedir los disturbios provocados por el matrimonio de su madre con Alfonso I el Batallador, disturbios que sólo cesaron con la muerte de Urraca (1126). En 1135 se hizo coronar emperador en León y recibió el homenaje de los otros soberanos cristianos de España. Realizó varias expediciones por territorio musulmán y conquistó Córdoba y Almería (1147), pero no pudo mantener estas plazas frente a los almohades. Casado con Berenguela, hija de Ramón Berenguer III de Barcelona, cometió la torpeza —que contrasta con sus afanes imperiales pero que ya tenía repetidos antecedentes— de dividir sus estados entre sus hijos Sancho (Castilla) y Fernando (León), con lo que retrasó la unidad española.