Según la leyenda griega, raza belicosa de mujeres que vivían en la Sarmacia asiática, más allá del Cáucaso, e invadieron Asia Menor, Tracia, Grecia, Egipto y otros países. Eran gobernadas por una reina y no toleraban en sus dominios la presencia de hombres. Una vez al año, para perpetuar la especie, establecían relaciones efímeras con sus vecinos, los habitantes de Gargara. A los nacidos de esta unión accidental, si eran varones, los sacrificaban o devolvían a sus padres; si hembras, las conservaban y adiestraban celosamente en el arte de la guerra. Se decía que para mejor manejar el arco las amazonas se extirpaban el pecho derecho.
La leyenda es probablemente una reminiscencia de las conquistas de los hititas, que, derramándose del Cáucaso, invadieron el Asia Menor y fundaron Éfeso y otras ciudades. Su gran diosa, Artemisa o Diana de los efesios, era custodiada por una cohorte de sacerdotisas armadas. El arte antiguo representa siempre a las amazonas vistiendo la túnica de los hititas y esgrimiendo el hacha bifronte hitita.
En América del Sur existió también la leyenda de las amazonas, que dieron su nombre al gran río; el reino de Dahomey, en África occidental, tuvo un ejército de mujeres hasta 1894, en que fue conquistado por los franceses.