Anaxágoras fue un destacado filósofo jónico nacido en Clazomene en el año 500 a. de J.C. Se trasladó a Atenas en el año 480 donde conoció a su discípulo y amigo Pericles. Fue condenado por impiedad y desterrado en el año 430 por afirmar que el sol era una masa al rojo ardiente mayor que el Peloponeso. Falleció en Lampsaca. Se destacó por su profundo conocimiento de las leyes físicas, superando a sus predecesores y contemporáneos. Sus conclusiones sobre la luz lunar, eclipses, terremotos, meteoros, arco iris, viento y sonido fueron bastante precisas.
Biografía de Anaxágoras
(500-428 a. de J.C.). Uno de los filósofos jónicos más eminentes, nacido en Clazomene. En 480 se trasladó a Atenas, donde conoció a su discípulo y amigo Pericles.
Fue condenado por impiedad al pago de una multa de cinco talentos y desterrado (430), al sostener que «el sol era una masa al rojo ardiente, mayor que el Peloponeso». Murió en Lampsaca.
Anaxágoras poseía un conocimiento de las leyes físicas superior al de todos sus predecesores y contemporáneos. Llegó a conclusiones bastantes exactas sobre la causa de la luz lunar, de los eclipses, los terremotos, los meteoros, el arco iris, el viento y el sonido.
Su doctrina sobre el origen de las cosas constituyó su máxima contribución a la filosofía antigua.
Sostuvo que la materia existía desde toda la eternidad, no en la forma de los llamados elementos: tierra, aire, fuego y agua, sino en la condición de átomos o, según la terminología moderna, de moléculas infinitamente numerosas y pequeñas; que de este caos de corpúsculos surgía el orden por la acción e influencia de una inteligencia eterna.
Enseñó, asimismo, que todo cuerpo no era sino un simple agregado de estos corpúsculos; que una barra de oro, de hierro o de cobre estaba compuesta de incalculable número de partículas semejantes de materia y nunca admitió que su ordenación fuera accidental o resultado del ciego azar, sino obra de este «espíritu informador» o Nous, que describió como poderoso por sí mismo e independiente de todo otro ser.
Nous, escribe una y otra vez, «es el ser más puro y sutil; tiene plena conciencia de todas las cosas y su poder es ilimitado».
Aunque vaga, su teoría del Nous, al que no atribuye personalidad, constituye un gran paso hacia el Teísmo.
Su doctrina del Nous fue recogida por Aristóteles, a la vez que la de los átomos allanó el camino a Demócrito y preparó la escuela atómica.
Anaxágoras también fue conocido por su teoría del cosmismo, que afirmaba que el universo estaba lleno de infinitos fragmentos de materia divididos en diferentes cualidades y características. Según él, todas estas partículas existían desde la eternidad y se mezclaban y separaban constantemente, creando así diferentes formas y objetos en el cosmos.
Además, Anaxágoras argumentó que el principio del movimiento en el universo no era aleatorio, sino que estaba impulsado por una fuerza llamada "Mente" o "Inteligencia". Esta Mente era la responsable de ordenar y organizar el caos de las partículas, creando así un universo armonioso y funcional.
Según Anaxágoras, la Mente era una entidad separada y superior a la materia, y era la causa y el motor de todos los fenómenos naturales. Esta idea tenía implicaciones filosóficas y teológicas, ya que sugería que el universo estaba gobernado por una inteligencia superior y consciente.
La teoría de Anaxágoras tuvo una influencia significativa en el pensamiento posterior, siendo precursora de las ideas de Platón y Aristóteles. Su enfoque en la mente como una fuerza impulsora en el cosmos también sentó las bases para el desarrollo posterior de la filosofía y la ciencia natural.
En resumen, Anaxágoras fue un filósofo jónico notable que realizó importantes contribuciones al campo de la física y la filosofía antigua. Su teoría de los átomos y su concepto de la Mente como la fuerza detrás del orden y el movimiento en el universo fueron ideas innovadoras y provocativas en su época, estableciendo las bases para el desarrollo posterior del pensamiento filosófico y científico.
