Esclavo romano que, según Aulo Gelio, fue condenado a morir en el circo. El león soltado contra él pareció reconocerle, sin embargo, y se puso a lamerle las manos. Hechas las indagaciones pertinentes, resultó que Androclo, anteriormente, se había compadecido de la fiera en la selva y le había extraído una dolorosa espina que llevaba clavada en su zarpa. El episodio inspiró a George Bernard Shaw el drama Androcles and the Lion (Androcles y el león).