Fenómeno por el cual las dos imágenes que ofrecen ambos ojos al cerebro difieren entre sí de tamaño o forma (v. Ojo). Normalmente existe ya un ligero grado de anisopía debido a que los ojos están separados y, en consecuencia, las imágenes que se forman no pueden ser idénticas. Cuando la diferencia entre las imágenes es muy marcada, la visión binocular es imposible y es preciso el uso de gafas.