Divinidad egipcia que, según la mitología griega, era hijo de Zeus y Niobe y rey de Argos. De allí pasó a Egipto, país que gobernó bajo el nombre de Osiris con tanto acierto que a su muerte fue deificado. Aunque la tradición ofrece diversas versiones sobre la naturaleza exacta de sus caracteres, parece ser que sus distintivos generales eran piel negra, con ciertas marcas en el lomo y testuz y un nudo escara-beiforme peculiar bajo la lengua. El buey Apis era sacrificado y 'renovado cada 25 años. Tenía su establo en el templo de Osiris y, si moría antes del plazo señalado, era embalsamado y enterrado en un espléndido sarcófago sito en un lugar especial del templo, el Serapeum. Al morir se convertía en un Osiris u Osiris-Hapi, palabra de la que los griegos y romanos derivaron el nombre de Serapis, aplicado al dios egipcio y a su templo. Los egipcios celebraban cada año con grandes fiestas el aniversario del nacimiento del buey Apis.