El cobalto puro tiene muy contadas aplicaciones, pero sus aleaciones y compuestos son de gran importancia económica. El cobalto, el níquel y el aluminio forman una serie de aleaciones, los «alnicos», que se utilizan para construir potentes imanes permanentes. Algunas aleaciones de la serie de las «stellitas», que contienen cobalto, hierro, cromo, molibdeno y wolframio, conservan su dureza a temperaturas elevadas y resultan de gran valor para confeccionar herramientas de corte rápido e instrumentos quirúrgicos que han de esterilizarse a la llama.
El vidrio puede colorearse de azul si, cuando está fundido, se le añade óxido de cobalto, CoO, que es un polvo negro. Este vidrio azul de cobalto se emplea a veces en forma de polvo como pigmento para vidriados de loza y esmaltes. El cobalto es un elemento que interviene en las funciones de la nutrición y su presencia en pequeñas cantidades es necesaria para la salud de los animales. La vitamina B12 o cobalamina es un compuesto esencial en la nutrición humana. El acetato y el oleato de cobalto encuentran aplicaciones como secantes en pinturas y barnices.
Un cobalto radiactivo de número másico 60 se obtiene bombardeando el cobalto metálico ordinario con neutrones en el reactor nuclear:
27Co59 + 0n1 → 27Co60
Este isótopo emite radiación gamma de gran intensidad y puede emplearse en la investigación y tratamiento médicos (p. ej. contra el cáncer), con un coste mucho menor que el del radio. Véase Atómica, Energía, Radiobiología; Cobalto, Bomba de; Radio.
