(1732-92). Inventor inglés, nacido en Preston (Lancashire). Aprendió el oficio de barbero y, comerciando en pelucas, aumentó sus ingresos con el invento de una tintura capilar que obtuvo gran éxito. El vivir en una población textil le indujo a interesarse en la manufactura del algodón y alrededor de 1767 dedicó su atención a la invención de una máquina o telar que realizara todas las operaciones de hilado simultáneamente mediante la aplicación de la correspondiente energía. En 1768 instaló en Preston su primera hiladora continua, que consistía esencialmente en dos pares de cilindros, el primero de los cuales se movía suavemente y pasaba la fibra al segundo par, que giraba con mayor velocidad y reducía el algodón al grado necesario de delgadez. La fibra se disponía en un huso, cuyas revoluciones convertían el algodón en hilaza, al mismo tiempo que lo bobinaban. Aumentando la longitud de los cilindros y el número de husos, se podía hilar y bobinar simultáneamente mayor número de hilazas, valiéndose de la misma fuerza motriz. Obtuvo la patente en 1769, año en que montó su primera hilandería cerca de Hockley. En 1771, con ayuda de dos capitalistas, construyó una fábrica textil en Cromford (Derbyshire), aprovechando la fuerza motriz del río Derwent, y en 1790 introdujo la máquina de vapor en sus fábricas de Nottingham. Se le considera padre del sistema fabril (v. Organización. Y DIRECCIÓN INDUSTRIAL; REVOLUCIÓN INDUSTRIAL). La invención de Arkwright contó con la enemiga de los trabajadores, que, temerosos de que les privara de sus medios de subsistencia, llegaron a destruir una de sus factorías. Sin embargo, amasó una gran fortuna y se vio ennoblecido en 1786. Véase Algodón.