(1100?-55). Monje italiano, discípulo de Pedro Abelardo. Sus ataques contra el alto clero valiéronle la condena y el destierro en el segundo Concilio Lateranense (1139) y la hostilidad de San Bernardo de Claraval. En 1145 acaudilló el Gobierno republicano que desterró durante tres años al papa Eugenio. Expulsado de Roma por el Senado, buscó refugio entre los nobles de Campania, pero, traicionado por Federico Barbarroja, fue condenado a morir en la horca. Su cadáver fue quemado y arrojadas al Tíber sus cenizas.