Cap. de la prov. española de su nombre, en la fértil llanura de La Plana, a 4 km del mar, donde tiene el pequeño puerto de El Grao. Se extiende sobre una llanura regada por el río Mijares y cubierta de frondosos huertos. Goza de un clima suave, con media térmica anual de 17°C; los veranos, aunque cálidos, están templados por la brisa marítima, que impide que la temperatura máxima rebase los 35 °C; los inviernos son soleados, con raras nevadas y mínimas absolutas de —2°C. Como en toda la zona mediterránea, las lluvias son escasas, con veranos muy secos.
Demografía y aspecto.
Es la menos poblada de las capitales levantinas, pero su aumento demográfico, al revés de lo que ocurre en el resto de la provincia, ha sido bastante rápido, pues ha pasado de 29504 h en 1900 a 34457 en 1920, 53331 en 1950 y 61007 en 1959. En 2014 contaba con una población de 173.841 habitantes y un área metropolitana que ronda los 300.000 habitantes.
El casco urbano, de forma elíptica, ofrece calles rectas bastante anchas, paralelas y perpendiculares entre sí. El centro comercial radica en la calle de Enmedio, que termina en la llamada Puerta del Sol, plaza de urbanización moderna; perpendicular a ella corre la de Colón, una de las más concurridas. Entre las plazas destacan la del Rey Don Jaime y la Mayor, donde se halla el Ayuntamiento. La ciudad se prolonga por la hermosa huerta y la población se disemina en las viviendas llamadas «alquerías», enjalbegadas de blanco, rodeadas de jardín y orientadas al mar. Otras construcciones típicas de la huerta son la «masía», vivienda doble para el casero y los dueños, que vienen a pasar en ella los veranos, y la típica «maset», en la parte alta, dedicada exclusivamente a casa de recreo, sin conexión con la agricultura, que recuerda un poco los «cármenes» granadinos.
Actividad económica.
En el aspecto económico destacan la vida comercial y, sobre todo, la gran riqueza agrícola. La huerta regada por el Mijares, cuyas aguas regula el pantano de María Cristina, ofrece un rico suelo aprovechado al máximo y produce una gran variedad de cosechas, entre las que sobresale la naranja, con frutos de calidad que abastecen el mercado de exportación. También cultiva toda clase de hortalizas y frutales (almendro, avellano, algarrobo) y otros productos como el cáñamo, olivo y vid.
La industria local es variada y abarca diversas especialidades: hilaturas, tejidos, alpargatería, botones de nácar, bolsas de papel, azulejos, baldosas, toquillas, licores, chocolates y muebles. El comercio principal es la exportación de naranjas, con calidades muy estimadas en el mercado inglés, como la variedad llamada «sanguina». Entre las mercancías que siguen a la naranja en valor comercial figuran el algarrobo y los azulejos. Como principales productos importados figuran cemento, cereales y abonos. La principal puerta de entrada y salida de productos es el puerto de El Grao.
Castellón está comunicado por vía férrea con Valencia y con Barcelona y por carretera con las ciudades anteriores y los principales núcleos de la provincia.
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