Es una metodología para censar a la población donde los datos que se obtienen son los de las personas que se encuentran en ese momento presentes en los hogares que se censan, incluyendo a los que no residen habitualmente en ese hogar, pero pasaron la noche allí.
Contrasta con el censo de derecho, donde se obtienen datos de aquellas personas que residen habitualmente en el hogar, aunque no estén presentes en el momento del relevamiento.
Usualmente el censo de derecho se realiza en varios días, en cambio el censo de hecho debe hacerse en un solo día para evitar duplicaciones.