Biografía de Churchill, Sir Winston Leonard Spencer
(1874-1965). Jefe político inglés, nacido en Blenheim Palace (Oxfordshire). Hijo de Lord Randolph Churchill y su esposa, la americana Jennie Jerome, estudió en Harrow y Sandhurst e ingresó en 1895 en el Ejército (v. Churchill, Lord Randolph Henry Spencer). Poco después marchó a Cuba para luchar al lado de los insurrectos contra la dominación española y servir de corresponsal de guerra.
Luego combatió en la India (1897) y el Sudán, donde fue condecorado después de la batalla de Jartum (1898). De nuevo en Inglaterra (1899), fracasó en su intento de lograr un escaño en el Parlamento. Durante la Guerra Anglo-Boer fue en África del Sur corresponsal del London Morning Post. Prisionero en el frente, logró evadirse al cabo de un .mes y volvió al campo de batalla. Regresó a Inglaterra convertido en héroe popular y esta vez logró ser elegido diputado conservador (1900). Sobresalió como orador, se afilió al Partido Liberal y fue nombrado secretario de las Colonias (1905-08). Avanzó con tal rapidez en su carrera política que en 1911 ostentaba ya el cargo de Primer Lord del Almirantazgo. Acerca de su labor en este cargo baste señalar que, al estallar la I Guerra Mundial (1914), la Armada británica se encontró lo bastante preparada para que las fuerzas de superficie alemanas fueran incapaces de desempeñar ningún papel decisivo en el conflicto. Abandonó su cargo en 1915 a raíz de la campaña de los Dardanelos, que había preparado y dirigido y que acabó en un desastre (v. Dardanelos). Como teniente coronel del Ejército (1916) mandó luego un batallón en Francia y apremió a los ingleses a utilizar los tanques. Luego ocupó sucesivamente los cargos de secretario de Estado para la Guerra y el Aire (1918-21), secretario de Estado para las Colonias (1921-22) y, como conservador, ministro de Hacienda (1924-29). Alejado del Gobierno, por los años 1930, clamó en vano ante el inminente peligro de la Alemania nazi. En 1939 pudo volver a tomar las riendas del Almirantazgo e hizo cuanto pudo por remediar la falta de preparación militar en que se encontraba su país. Véase Chamberlain, Arthur Neville.
Nombrado primer ministro el 10 de mayo de 1940, pronunció las célebres y proféticas palabras: «No tengo otra cosa que ofrecer que sangre, sudor y lágrimas.» Ante la amenaza de invasión (junio 1940) hizo un patético llamamiento al pueblo británico: «Abracémonos por tanto a nuestros deberes de modo que, si el Imperio Británico y su Commonwealth duran mil años, digan las gentes:. Esta fue su hora mejor.» Orador experto, supo despertar con su verbo encendido el heroísmo de sus compatriotas. El signo de la victoria, «V», formado con sus dedos, llegó a constituir el símbolo de su inquebrantable fe en la victoria final. Su habilidad para levantar el ánimo de su pueblo tuvo una trascendencia universal contagiosa. Pero fue algo más que un forjador de moral: su agudo sentido de la táctica y la estrategia militares, su habilidad diplomática y su conocimiento de la complejidad de la guerra moderna no tuvieron parangón. A su influencia cabe atribuir en gran parte, la promulgación de la Ley de Préstamos y Arriendos y la revisión de la política de neutralidad por los Estados Unidos (v. Guerra Mundial, II, La Batalla de Inglaterra; Préstamos y arriendos, Ley de). Con Franklin Delano Roosevelt y otros jefes aliados, celebró memorables conferencias, que determinaron la gran estrategia que condujo finalmente a la victoria sobre las potencias del Eje. (v. Carta del Atlántico; Cairo, Conferencias de El; Teherán, Conferencia de).
Aunque volvió al Parlamento en 1945, su Partido resultó derrotado. Mientras se encontraba en la Conferencia de Potsdam fue remplazado como primer ministro por Clement R. Attlee (v. Attlee, Clement) . Después de la guerra, en calidad de jefe de la oposición, se convirtió en portavoz de cuantos recelaban de la política exterior de la Unión Soviética. En un discurso pronunciado (1946) en el Westminster College de Fulton (EE. UU.) condenó el imperialismo soviético y su política expansionista; instó al firme apoyo a la ONU y designó las fronteras de los países dominados por Rusia con el famoso nombre de «telón de hierro», convertido luego en «telón de acero». Tras la derrota del Partido Laborista en las elecciones generales de 1951 volvió a asumir la jefatura del Gobierno. En 1953 recibió de manos de Isabel II el título de Caballero de la Jarretera y obtuvo el Premio Nobel de Literatura. El 5 de abril de 1955, a los 80 años, dimitió de su cargo de primer ministro, en el que fue sustituido por Anthony Edén. Entre sus numerosas obras destacan: Lord Randolph Churchill (1906); The World Crisis (1931); Marlborough, His Life and Times (6 vols., 1933-38), The Second World War (6 vols., 1948-53).
