(1854-1922). Poeta catalán, nacido en Pollenga (Mallorca). Ordenado sacerdote en 1888, fue nombrado canónigo de la catedral de Palma de Mallorca en 1909. Su poesía se caracteriza —al decir de otro gran poeta mallorquín, Joan Alcover— por «una alta y serena emoción, un sentido innato de la euritmia, una claridad mediterránea». Poseía un profundo conocimiento de la cultura y de las lenguas de la antigüedad grecorromana, que habría de encontrar su más alta expresión en el libro Horacianes. Entre sus composiciones juveniles, de acusada influencia romántica, especialmente francesa, figuran ya algunos de sus grandes poemas, como el universalmente famoso El Pi de Formentor, encendido canto al pino mediterráneo.