Compilación apócrifa de cartas o decretos atribuidos a los primeros papas. El Derecho canónico de la Iglesia Católica posee dos fuentes importantes: los decretos de los concilios y las cartas decretales de los diversos papas. Las decretales seudoisidorianas (denominadas hoy Falsas Decretales) se publicaron en España hacia 845, compiladas por Isidoro Mercator, a quien se identificó con San Isidoro de Sevilla (m. en 636). Constan de tres partes: decretales desde Clemente I a Melquíades (c. 100-314); cánones conciliares hasta 683; decretales desde Silvestre a Gregorio II (314-731) El cardenal Nicolás de Cusa (m. en 1464) fue el primero en poner su legitimidad en tela de juicio. En la época de la Reforma se promovió una gran controversia en tomo a las mismas. Hoy día se consideran apócrifas.