Droga que produce fiebre y aumenta el metabolismo de los tejidos, principalmente por una rápida oxidación de las grasas. En dosis elevadas puede causar la muerte. Los primeros ensayos clínicos del dinitrofenol en el tratamiento de la obesidad tuvieron éxito; el 90 % de los pacientes tratados perdieron peso. Pero pronto fue evidente que esta delgadez tan fácilmente adquirida era acompañada a menudo por reacciones tóxicas ligeras y aun graves en algunos casos. No eran raras las erupciones en la piel y como síntomas tóxicos aparecían neuritis, trastornos de corazón, riñón e hígado, descenso peligroso en el número de glóbulos blancos de la sangre con anginas (Agranulocitosis) y desarrollo de cataratas que podían llevar a la ceguera. El tratamiento de los envenenamientos agudos con dinitrofenol no es siempre satisfactorio. A causa de estas reacciones tóxicas ha sido abandonado su empleo médico.
Durante la I Guerra Mundial se usó el dinitrofenol como intermedio en la fabricación de explosivos. Hoy, sin embargo, se emplea principalmente en la preparación de colorantes y de aminofenol y en la preservación de vigas de madera. También es un útil reactivo químico. El dinitrofenol, o 2,4-dinitrofenol (C6H4O5N2), es un polvo amarillo cristalino, difícilmente soluble en agua pero soluble en alcohol, éter y álcalis. Su sal sódica es fácilmente soluble en agua.