(1801-52). Nació en París. A partir de 1829 fue favorito, con la Condesa de Blessington, de la buena sociedad londinense, a la que, con su extraordinario atractivo, dictó la moda en el vestir durante veinte años. Fue al mismo tiempo escritor, pintor y escultor de alguna habilidad. Pintó los últimos retratos para los que posaron Lord Byron y el Duque de Wellington.