El color de un animal y su entorno o medio ambiente están estrechamente relacionados. En el mar abierto, los animales de las capas superficiales suelen ser transparentes, azulados o verdosos, mientras que en aguas más profundas predomina el rojo. Los peces adoptan tonos plateados en sus flancos y región ventral para camuflarse. En las profundidades abisales, los colores negros y violetas son comunes. En los mares tropicales, los corales y esponjas ofrecen un espectáculo de colores brillantes como rojo, amarillo y azul, atrayendo a una diversidad de peces.
El color de un animal y su entorno o medio ambiente
Existe una estrecha relación entre el color y el ambiente. Los animales que viven en las capas superficiales del mar abierto tienden a ser transparentes, azulados o verdosos; los peces adoptan tonos plateados en sus flancos y región ventral. En aguas más profundas predomina el color rojo; muchos animales similares a los camarones que habitan a profundidades de varios centenares de metros presentan este color al ser sacados a la superficie. Como a esas profundidades los rayos rojos de la luz solar llegan filtrados, estos animales aparecerán negros en su hábitat natural. También los negros y violetas son colores corrientes en las profundidades abisales, sobre todo en los peces.
Algunos de los animales de colores más vivos habitan en las aguas someras de los mares tropicales. Las esponjas y los corales flabeliformes y arborescentes que viven en ellas puntean el mar con brillantes colores rojos, amarillos y azules. Estos animales sedentarios ofrecen cobijo a gran variedad de peces de colorido y configuración extraordinarios, así como también a crustáceos, erizos de mar y muchas otras formas afines. Las aguas someras tropicales contienen tantos animales de brillante colorido como la tierra.
Los animales de aguas más septentrionales tienden a adoptar tonalidades más apagadas; son más frecuentes los colores parduzcos, rojizos o verdosos.
Las aves marinas que sobrevuelan los océanos, nadan en sus aguas o recorren sus costas muestran preferencia por los dorsos grises y los vientres blancos. Sin embargo, los mamíferos oceánicos, las ballenas, apenas recogen estos efectos de colorido en sus descomunales cuerpos oscuros.
Ave marina de nombre científico Sula nebouxii, presenta un vientre blanco y dorso oscuro CC
En tierra, los animales del desierto, donde la humedad es prácticamente nula, adoptan colores pálidos que les permiten confundirse con el descolorido suelo. Caso notable es la alondra árabe, que conforma su tonalidad rojiza, amarillenta o grisácea a la del suelo en que vive.
Entre los pequeños mamíferos que habitan las regiones volcánicas del SO americano figura un ratón que es de color negro si vive entre los oscuros trozos de lava y pálido si se encuentra en las zonas de arena blanca adyacentes.
Los animales de las regiones herbáceas presentan en el dorso listas pardas que imitan a la vegetación seca. Los colores brillantes escasean tanto en esas regiones como en el desierto.
El plumaje de la perdiz imita se confunde con la vegetación. CC
Los animales de las zonas húmedas presentan colores más oscuros, pero es en las selvas tropicales, especialmente en las copas de los árboles y en la selva baja, donde se puede observar mayor riqueza y variedad de colorido: papagayos, quetzales, tángaras, brillantes mariposas y vistosos y enormes escarabajos. El bosque tropical posee también especies de tonalidad apagada, particularmente en sus regiones bajas. Los colores brillantes desaparecen en las selvas septentrionales.
Los climas alpinos y polares han impreso su color característico en los animales que los habitan. El oso polar, la gaviota blanca y la ballena blanca conservan este color durante todo el año; en tierra, el zorro del ártico y el lagópodo mudan a blanco en el invierno. Que todas estas generalizaciones tienen excepción lo demuestra bien el cuervo, uno de los animales mejor adaptados al Ártico, que sin embargo es negro todo el año.
Las cuevas amplias, habitadas desde hace muchos años, poseen una fauna especial, descendiente de antepasados que vivieron a la luz del sol. Entre los numerosos grupos representados en ella figuran peces, anfibios, miriápodos e insectos. Las condiciones de oscuridad eterna y temperatura uniforme recuerdan las de las grandes profundidades oceánicas, pero en éstas los animales tienden al negro mientras en las cuevas prefieren los tonos pálidos o blancos.