el color de un objeto ¿por qué de ese color y no otro?
La experiencia visual nos induce a asociar los colores con los objetos que vemos, más que con la luz que nos permite verlos. Se considera que los cuerpos tienen propiedades invariables y colores permanentes. Como el color de un objeto es debido a la absorción selectiva y como los objetos sólo pueden absorber la luz que sobre ellos incide, es fácil comprender que la luz que nos llega a los ojos depende de la que ilumina el objeto y de la naturaleza de éste. El color de los cuerpos cambia, a veces muy marcadamente, al variar el manantial luminoso. Un objeto que aparece como azul a la luz del día, puede resultar rojo o púrpura a la luz artificial. De ordinario se entiende por color de un objeto el que presenta a la luz diurna. Véase Color y temperatura.