El embolismo graso es una condición médica en la cual pequeñas partículas de grasa se desprenden de los tejidos grasos y viajan a través del torrente sanguíneo, obstruyendo los vasos sanguíneos en diferentes partes del cuerpo. Estas partículas pueden llegar a los pulmones, el cerebro, el corazón u otros órganos, causando daño e incluso la muerte en algunos casos.
El embolismo graso puede ocurrir después de una lesión grave en los huesos, como una fractura de huesos largos o una lesión en la médula ósea. También puede ocurrir después de una cirugía ortopédica, especialmente cuando se realizan procedimientos que involucran la manipulación de tejido graso.
Los síntomas del embolismo graso pueden variar dependiendo de qué órgano esté afectado. Algunos de los síntomas comunes incluyen dificultad para respirar, dolor torácico, confusión, mareos y disminución de la función del órgano afectado.
El tratamiento del embolismo graso generalmente se centra en el manejo de los síntomas y en el soporte vital. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para eliminar la obstrucción de los vasos sanguíneos.
Es importante buscar atención médica de inmediato si se sospecha de embolismo graso, ya que puede ser una condición potencialmente grave.
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