Ocupan los bosques en Colombia 60000000 ha, casi la mitad de la extensión total. Son muy variados, aunque con predominio de los propios de climas cálidos. Los árboles del caucho y la quina podrían dar mejores resultados económicos, pero una intensa tala ha mermado sus rendimientos. El marfil vegetal del Phytelephas macrocarpa es otro importante producto forestal, lo mismo que el palo santo y palo del brasil, maderas tintóreas que han sido objeto de activo comercio desde los tiempos coloniales. Las fibras de la palma jipijapa se utilizan para la confección de los famosos sombreros. La riqueza en maderas de construcción y ebanistería, así como de especies resinosas y medicinales, es muy grande, pero dificultades de transporte hacen mínima su explotación. En las comarcas secas se obtiene una planta curtiente, el dividivi, y se utilizan las fibras del ágave Fourcroya para fabricar cordeles, sogas y hamacas. Hay también plantas aromáticas, textiles, oleaginosas, medicinales y elegantes palmeras que además de embellecer parques y avenidas podrían, con sus productos, llenar muchas necesidades de alimentación e industriales. Pero la explotación forestal está todavía en sus comienzos en este amplio país.
