Los numerosos árboles que encontraron los primeros colonizadores de Delaware han sido muy diezmados, por lo que en la actualidad se han impuesto limitaciones a las talas para proteger determinadas zonas y especies, como el famoso roble blanco, que tan cotizado fue por los constructores de barcos.
En las comarcas del interior existe alguna caza menor y diversas especies de serpientes; en los pantanos es común la tortuga.