Fructificación significa la formación del fruto en las plantas. Esto ocurre cuando el ovario de una flor se convierte en un fruto. Por ejemplo, una manzana crece a partir de una flor después de que el polen fertiliza el ovario.
La fructificación también se refiere al período de tiempo en el que ocurre la formación del fruto. Este período comienza después de que la floración ha terminado y la polinización ha ocurrido. Durante la fructificación, los frutos crecen y maduran, para luego producir semillas. Por ejemplo, las uvas se forman en racimos durante la fructificación.
Durante la fructificación, las auxinas, que son un tipo de hormonas vegetales, son producidas por el embrión en desarrollo. Estas auxinas actúan como reguladores del crecimiento de la planta, ayudando a que las paredes del ovario maduren y se conviertan en el fruto. Por ejemplo, en las fresas, las auxinas promueven el crecimiento y maduración de la fruta para que se vuelva jugosa y sabrosa.
En resumen, la fructificación es el proceso en el que el ovario de una flor se convierte en un fruto. Durante este tiempo, los frutos crecen y maduran para producir semillas. Las auxinas juegan un papel importante en el desarrollo de los frutos al promover la maduración de las paredes del ovario.
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