Las planchas blindadas cumplen dos cometidos fundamentales en los barcos de guerra: proteger sus partes interiores y contribuir a hacerlos totalmente estancos. También protegen al personal de la tripulación. La protección contra los proyectiles enemigos se consigue por medio de una banda blindada colocada a los costados del barco, generalmente de la longitud del mismo. Se blindan además las cubiertas, torretas de cañones, mamparos, barbetas y torres de mando.
El blindaje se ajusta a los costados del barco por medio de pernos bien sujetos a las chapas del casco o a la armazón y mamparos. Se cuida de dejar un espacio entre las chapas blindadas y las del casco, que se llena de cemento. Los bordes de las chapas se ensamblan convenientemente; en cuanto a las de cubierta, se remachan o sueldan y, si son muy gruesas, se sujetan con pernos al igual que las de los costados.
El cometido del blindaje en carros de combate y otros vehículos blindados es esencialmente el mismo que en los barcos: proteger al personal y partes interiores importantes. En casi todas las junturas de las planchas de los vehículos blindados se emplea la soldadura. Antes se realizaban por medio de remaches y pernos; pero, como tanto los remaches como las cabezas de los pernos constituían un serio peligro para las tripulaciones, se abandonaron ambos procedimientos.
