Abundan las pequeñas corrientes fluviales, con predominio de las ramblas, de cauce seco, salvo en sus avenidas torrenciales. Verdaderos ríos sólo son el Mijares y el Palancia. El primero nace en la Sierra de Gúdar y cruza en atormentado valle la zona montañosa para fertilizar después, en su curso bajo, la llanura de La Plana. El Palancia, también de alto curso montañoso, con estrecho valle y abundantes cascadas, se ensancha en el llano y forma la vega de Segorbe, muy fértil. Tanto en uno como en otro son temibles las crecidas tormentosas. Ríos de menor importancia son el Cenia, Cérbol, Segarra y Bechí, todos ellos mediterráneos. El Bergantes es el único río de la provincia que no desemboca directamente en el Mediterráneo, pues, después de cruzar Morella, sigue hacia el interior en busca del Ebro, del que es afluente.
