Aunque muy extendido en el mundo animal y vegetal, el cáncer aparece especialmente en los seres humanos. La propensión de ciertas poblaciones o razas humanas a un cáncer específico no ha encontrado todavía explicación satisfactoria. Se ha comprobado, por ejemplo, que el cáncer de estómago se produce más precozmente entre los negros y japoneses que entre los caucásicos; que el cáncer de piel es relativamente raro entre los negros; y que el cáncer de matriz aparece raramente entre las mujeres judías.
Por lo común, el riesgo de cáncer aumenta con la edad. Los hombres son más susceptibles al cáncer que las mujeres en las dos primeras y dos o tres últimas décadas del lapso normal de vida, en tanto que las mujeres están más expuestas durante los años de fecundidad. En cuanto a su localización, son comunes los de piel, mama, útero, estómago, intestino grueso, pulmón, y recto.