Se basa en la transformación de los productos agrícolas y en especial del azúcar. La falta de combustibles impide la existencia de una industria pesada. Los primeros ingenios azucareros se instalaron a fines del siglo xvi en torno a la capital, donde para 1760 había ya 80 trapiches, a los que se unían otros 50 en Santiago. La introducción de negros esclavos facilitó el desarrollo de esta industria, que en 1779 contaba ya con 600 trapiches y una producción a fines de ese siglo superior a las 60000 t de azúcar. En 1918, al orientarse la exportación hacia Estados Unidos creció la producción y nueve años después se alcanzaron los 1000 ingenios y las 100000 t. En 1861 había ya 2000 fábricas de azúcar y el cultivo y la industria iniciaron su desplazamiento hacia el este.
Con la aparición de los ferrocarriles, que permitieron llevar la caña lejos, el trapiche dejó paso a los grandes centrales. La zafra o actividad industrial dura unos setenta días al año. Además del azúcar se obtienen otros productos: ron, aguardiente de caña, alcohol etílico, alcohol para mezclar con la gasolina, cera, levaduras para piensos, aceites, caramelos, mieles, acetonas, bagazos para la fabricación de papel, glucosa, levulosa, glicerina y gomas.
Otra gran industria del país es la tabacalera, localizada sobre todo en los dos extremos de la isla. El tabaco de mejor calidad es el de Vueltabajo, en la zona del Llano (Pinar del Río). La Habana es el centro principal.
Las industrias alimenticias de conservas y embutidos cubren la mitad de la demanda nacional.
La industria textil se concentra casi completamente en La Habana, pero en Matanzas y Bauta funcionan plantas de producción de rayón y Santiago de Cuba tiene algunas fábricas textiles. El mayor volumen corresponde a los tejidos de algodón, pero son también importantes las producciones de sacos para envasar el azúcar, hilaza de rayón para la confección de ropas hechas, cuerda de rayón para neumáticos y fibrana. Se fabrican además 1500000 pares de medias de nylon. La mayor fábrica de jarcia, hilo y cordelería de henequén se sitúa en Matanzas.
Los ácidos sulfúrico y clorhídrico se obtienen en La Habana, Matanzas y Sagua la Grande, y los silicatos de sodio y potasio en este último centro. Tienen además interés los productos farmacéuticos, el jabón y glicerina, pinturas y barnices y fertilizantes. La industria metalúrgica se limita a pequeñas fundiciones y talleres en Sagua la Grande y Manzanillo.
La industria del calzado se concentra en la capital y Matanzas.
