La longanimidad significa tener un gran y constante ánimo en momentos difíciles. Es la capacidad de ser fuerte y perseverar cuando enfrentamos problemas o situaciones complicadas.
Por ejemplo, imagina que estás jugando un partido de fútbol y tu equipo va perdiendo por varios goles. La longanimidad sería no rendirte y seguir esforzándote para intentar cambiar el resultado del partido, aunque la situación sea complicada.
Otro ejemplo sería cuando estás estudiando para un examen y sientes que no entiendes algunos temas. La longanimidad sería seguir estudiando y esforzarte para superar esas dificultades, en lugar de abandonar y rendirte.
La longanimidad implica tener una mentalidad fuerte y no dejarse vencer fácilmente por los problemas. Es una cualidad muy valiosa que nos ayuda a ser perseverantes y a superar las adversidades.
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