La mansedumbre es una cualidad que se manifiesta a través de la apacibilidad y dulzura en el comportamiento. Se relaciona con la docilidad, la suavidad y la tranquilidad en las interacciones con otros. Se trata de una actitud humilde y pacífica que se caracteriza por la ausencia de violencia, ira o agresividad. Es valorada en diversas religiones, como el cristianismo, por su contribución a la paz y armonía en las relaciones interpersonales. Además, se asocia con la suavidad y benignidad en diferentes contextos, como en la naturaleza o en el clima.
f. Apacibilidad, dulzura. Cualidad de ser dócil, suave y tranquilo en el comportamiento y el carácter.
Se trata de una actitud humilde y pacífica que se caracteriza por la ausencia de violencia, ira o agresividad.
Ejemplo de uso: "La mansedumbre es una virtud que se valora en muchas religiones, como el cristianismo, y se considera importante para la paz y la armonía en las relaciones interpersonales".
fig. Suavidad, benignidad.
Ejemplo de uso: "la mansedumbre del tiempo".
Origen etimológico de mansedumbre: proviene de la palabra latina mansuetudo, mansuetudinis.
Segundo diccionario: mansedumbre
Origen de la palabra: (latín mansuetüdo, -inis.)
f. Suavidad y benignidad de carácter.
fig. Apacibilidad. Aplícase a las cosas insensibles y a los racionales.
• « No. No es más que perfeccionar todas esas gracias femeninas, todos esos atributos fascinantes, que la convierten en el centro de atracción, y que deleitan y encantan a todos los que respiran la atmósfera en la que se mueve; y, en el lenguaje del señor Burke, harían que diez mil espadas saltaran de sus vainas para vengar el insulto que se le pudiera ofrecer. Por su misma mansedumbre y belleza somete a todo lo que la rodea. »
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¿Cómo se relaciona la mansedumbre con la humildad y la paciencia en la religión cristiana?
En la religión cristiana, la mansedumbre se relaciona directamente con la humildad y la paciencia.
La mansedumbre se define como la virtud de controlar la ira y la violencia y reemplazarlas con la paciencia y la humildad.
En la biblia, Jesús enseñó a sus seguidores: "Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra" (Mateo 5:5).
La humildad es la actitud de reconocer nuestra propia limitación y dependencia de Dios, y Jesús dijo: "Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón" (Mateo 11:29).
La paciencia es la capacidad de esperar con confianza en Dios, y también es una de las virtudes cristianas.
Por lo tanto, ser manso, humilde y paciente son cualidades que se valoran en la religión cristiana y se consideran esenciales para una vida piadosa.