Un número sólido en matemáticas es aquel que se obtiene al multiplicar tres números enteros entre sí. Por ejemplo, el número 24 es considerado un número sólido ya que se obtiene al multiplicar los números 2, 3 y 4 sucesivamente. De esta manera, al multiplicar 2 por 3 se obtiene 6, y al multiplicar 6 por 4 se obtiene finalmente 24. Otro ejemplo sería el número 32, el cual también es considerado un número sólido al resultar de la multiplicación de los números 2, 2 y 8.