Orinecer es un término que se utilizaba antiguamente para referirse al proceso de enmohecerse o cubrirse de orín, un tipo de óxido de color rojizo. Esta palabra también se asociaba con el concepto de herrumbrar, es decir, el deterioro o corrosión de un material metálico. Cabe destacar que esta acepción de "orinecer" ha caído en desuso y no es comúnmente empleada en la actualidad.