La periodicidad rítmica del ciclo cardiaco es, fundamentalmente, expresión de las propiedades fisiológicas del miocardio. El músculo cardiaco se caracteriza por un periodo inusitadamente largo durante el cual no responde a los estímulos. Este periodo refractario, como se le llama, coincide con la fase de acortamiento del ciclo, lo que quiere decir que, a diferencia de los músculos voluntarios, el músculo del corazón no puede entrar en tetania (contracción sostenida) por una sucesión de estímulos repetidos rápidamente. Cuando se le excita artificialmente durante la diástole, el corazón ejecuta una contracción prematura llamada extrasístole, pero ésta va seguida de una pausa compensadora que dura hasta que el corazón empezaría a contraerse si hubiera habido un ciclo ordinario sin extrasístole. Esto sugiere la existencia de un marcador del paso encargado de mantener la ritmicidad del corazón.