El vocablo "rutilar" tiene su origen en el latín "rutilare", que se traduce como brillar intensamente o resplandecer. Se refiere a la acción de emitir luz de forma intensa y esplendorosa, destacando por su brillo vibrante y deslumbrante. Es un verbo intransitivo que describe la capacidad de resplandecer con gran intensidad, generando un efecto luminoso llamativo y brillante.