Tactismo es un concepto que abarca la influencia de sustancias químicas o formas de energía en el protoplasma, afectando el movimiento o dirección de crecimiento celular. En el ámbito animal, se refiere a respuestas innatas a estímulos que provocan la traslación del organismo, pudiendo ser positivo (acercamiento) o negativo (alejamiento). Entre los tipos de tactismo se encuentran el hidrotactismo, geotactismo, fototactismo, quimiotactismo, tigmotactismo, barotactismo, anemotactismo y galvanotactismo.
m. Histol. Influencia que ejercen ciertas substancias químicas o ciertas formas de la energía, como la luz, la electricidad, etc., sobre el protoplasma y más sobre el movimiento o dirección de crecimiento o de traslación de las células.
Zool. Respuesta innata de ciertos animales inferiores, especialmente invertebrados, a ciertos estímulos y que resultan en la traslación del organismo. Es el equivalente al tropismo de los vegetales.
Este movimiento o traslación puede implicar acercamiento o alejamiento al estímulo. Si el movimiento se orienta hacia el estímulo, se denomina tactismo positivo. Si el movimiento conlleva a alejarse del estímulo, es denominado tactismo negativo.
Los tipos de tactismo son hidrotactismo, geotactismo, fototactismo, quimiotactismo, tigmotactismo, barotactismo, anemotactismo, galvanotactismo, etc.
Los tactismos tienen un origen genético fuerte y la respuesta al estímulo no precisa de aprendizaje, por eso se dice que es innato.
Por ejemplo, el hidrotactismo es un tactismo que implica una respuesta de animales invertebrados en la cual estímulo está representado por el agua o la humedad. La lombriz construye siembre sus galerías en la tierra en dirección a las áreas húmedas, esto es llamado hidrotactismo positivo.
Los chanchitos de tierra o bichos bolita buscan lugares oscuros y húmedos, por lo que su fototactismo es negativo y el hidrotactismo positivo.
Ejemplo de uso: "los animales inferiores responden mediante tactismos gracias a la presencia de un sistema nervioso muy simple, pero eficaz".
El fototactismo es un tipo de tactismo que se refiere al comportamiento de los seres vivos en respuesta a la luz. En este caso, los organismos pueden moverse hacia la luz (fototropismo positivo) o alejarse de ella (fototropismo negativo) dependiendo de su respuesta al estímulo luminoso. Este comportamiento es común en muchas especies, como las plantas que crecen hacia la luz solar o los animales que buscan la luz para su alimentación o reproducción.
El hidrotactismo es un tipo de tactismo que se refiere a la respuesta de los organismos a estímulos relacionados con el agua o la humedad. En el caso de las plantas, el hidrotactismo puede manifestarse en la orientación de las raíces hacia fuentes de agua, permitiendo a la planta obtener la humedad necesaria para su crecimiento y supervivencia. En otros organismos, como ciertos insectos o microorganismos acuáticos, el hidrotactismo puede influir en la búsqueda de ambientes o condiciones más favorables en términos de humedad.
El fermotactismo es un tipo de tactismo que se refiere a la respuesta de los organismos a los estímulos mecánicos, como el contacto físico. Es la capacidad de los seres vivos para detectar y responder a los estímulos táctiles. Esto puede involucrar la orientación del organismo hacia o lejos del estímulo, o la modificación de su comportamiento en respuesta al contacto físico. El fermotactismo es común en muchas formas de vida, desde bacterias hasta animales superiores.
El quimiotactismo es un tipo de tactismo que se refiere a la capacidad de ciertos organismos o células para responder a ciertas sustancias químicas en su entorno. En este caso, las sustancias químicas actúan como señales, atrayendo o repeliendo a los organismos o células hacia o desde ellas, respectivamente. El quimiotactismo es comúnmente observado en procesos biológicos como la migración de células en el desarrollo embrionario, la respuesta de células del sistema inmunológico a infecciones o la búsqueda de alimentos por parte de organismos.
