Las pieles de los distintos animales poseen características propias y son susceptibles de empleos diferentes. Actualmente se emplean en las numerosas industrias del cuero las procedentes de los siguientes animales: toro, novillo, buey y ternera; cabra, cabrito y oveja; canguro y sus crías; cerdo; avestruz, culebra, lagarto, tiburón, morsa y foca; caballo y búfalo; caimán, cocodrilo y otros reptiles, amén de otros muchos animales más o menos emparentados con los citados.