Comprenden el cuarzo puro e incoloro, o cristal de roca, que se emplea en lugar del vidrio en muchos aparatos ópticos y eléctricos. Es más duro que el vidrió y más resistente al roce, rayaduras, etc. También se emplea en la manufactura de cristalería muy fina, copas, platos, etc. Otras variedades menos puras y coloreadas por las materias extrañas que contienen se emplean en joyería como piedras finas. Entre ellas figuran: la amatista de color púrpura o violeta, el cuarzo ahumado de colores amarillo ahumado a pardo negruzco, el cuarzo rosado, el cuarzo citrino o falso topacio amarillo, el cuarzo lechoso blanco, el ojo de gato opalescente.