Después de vivir algo muy difícil, Antonio se volvió una persona que prefería estar solo y no hablar mucho con los demás, es decir, se volvió introvertido. Aunque nunca lo dijo abiertamente, lo que realmente le ayudó a superar esa experiencia fue ir a terapia con un psicólogo que seguía las ideas de Freud, un famoso psicólogo que creía que los problemas emocionales se pueden resolver hablando de ellos.