Este texto nos habla sobre diferentes actitudes que los alumnos pueden tener en la escuela: rebeldía, sometimiento e indiferencia. Nos dice que ninguna de estas actitudes es buena ni beneficiosa para los alumnos.
En cambio, nos dice que es importante que los alumnos se sientan parte de la institución y que puedan expresarse por sí mismos. Si se les da la oportunidad de ser constructores de la institución y de tener voz propia, podrán desarrollar su poder de manera positiva.
En resumen, el texto nos dice que es importante que los alumnos se sientan parte activa de la escuela y que puedan expresarse, ya que esto les ayudará a crecer de manera positiva.