Significado de carbono radiactivo (c-14) | Sinónimos y oraciones con ejemplos de uso de carbono radiactivo (c-14)
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Definición de carbono radiactivo (c-14)

 


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Definición de carbono radiactivo (c-14)

  1. Este reciente instrumento arqueológico, disponible por primera vez en 1949, ha aclarado muchas cuestiones referentes al «cuándo» y al mismo tiempo ha planteado numerosas dudas sobre la validez de ciertas secuencias culturales establecidas. Es sabido que todo ser vivo absorbe átomos de carbono radiactivo (C-14), formados en la atmósfera superior por la acción de los rayos cósmicos sobre el nitrógeno. La cantidad de carbono-14 presente en un ser es constante hasta la muerte del organismo, pues éste remplaza en vida todas las pérdidas. Midiendo la cantidad que todavía resta en un espécimen, puede determinarse el tiempo transcurrido desde su muerte con un margen de error del 5 %. Algunos, ejemplos de materiales, obtenidos en condiciones experimentales y datados luego por el procedimiento de carbono radiactivo, demuestran los asombrosos resultados que pueden obtenerse con esta novísima técnica.

    Cerca de Wendover (Utah), la cueva Danger domina el desierto del Lago Salado. Su suelo estaba cubierto por tres metros y medio de restos procedentes en su mayoría de la actividad humana. Todo este material parecería indicar una cultura muy estática, ya que apenas se apreciaban cambios desde los estratos del fondo a los superficiales. El carbono C-14 indicó, sin embargo, que las capas inferiores databan del 9000 a. de J.C., mientras que las superiores correspondían a tiempos históricos. En la cueva Gypsum (Nevada) aparecieron restos de antiguas culturas mezcladas con excrementos de perezosos o cubiertos por ellos; el examen del estiércol permitió atribuirle una fecha comprendida entre el 7000 y el 8000 a. de J.C. De casi la misma época son los depósitos descubiertos en diversas cavernas del Monte Cascade (Oregón), donde fueron halladas sandalias, cestas y otros objetos cubiertos por piedra pómez procedente de las erupciones de los volcanes próximos. Si importante fue determinar su fecha, no lo fue menos poder establecer que la cultura de aquella zona aislada apenas había variado desde los más remotos tiempos hasta los de los indios modernos.

    En las orillas del fosilizado Lago Gochise y de su afluente el White Water Creek (Arizona) aparecen estratos culturales profundamente enterrados, que han sido clasificados en tres periodos; el de Sulphur Springs, que probablemente se remonta al 5500 a. de J.C., el de Chiricahua, del 2000 a. de J.C., y el de San Pedro, que apenas data del 500 a. de J.C. De nuevo encontramos aquí una cultura diferente, aunque rudimentaria, que en .su nivel inferior se alimentó de una simple economía recolectora, a la que en una fase posterior se incorporó la caza.

    Quizá la más conocida de todas las culturas primitivas del O sea la denominada de «Folsom», caracterizada por el empleo de puntas acanaladas para dar caza a animales como el ya desaparecido bisonte (Bison taylorii). Según estudios realizados en la cueva de Lubbock esta cultura se remonta al 7800 a. de Jesucristo.

    Otras importantes estaciones arqueológicas, como la cueva de la Ventana (Arizona) y el campamento yuma situado en las cercanías de Cody (Wyoming), que datan del 5000 a. de J.C., suministraron pruebas definitivas de que el hombre, por lo menos en pequeños grupos, se había establecido en las zonas desérticas de la Gran Cuenca, California y Arizona en el periodo pluvial o lluvioso que parece señalar el final de la última gran glaciación. Por primitivas que fueran, sus culturas presentaban ya rasgos distintivos hace 7000 años.

    Recientes descubrimientos han permitido descartar la errónea suposición de que el hombre poblara las zonas occidentales mucho antes de aventurarse hacia el S o hacia el E. En el refugio rocoso del condado de Randolph (Illinois) se descubrieron depósitos culturales hasta una profundidad de 8 m; a las capas inferiores les fue asignada una antigüedad de unos 9000 años a. de J.C.; a las situadas entre los 6,3 y 6,6 m, de 6600 años a. de J.C.; y a las comprendidas entre los 4,5 y 4,8 m, de 4000 años a. de J.C. Este lugar parece ser el más antiguo el E del Misisipí. Por lo demás existen abundantes pruebas de que el hombre primitivo habitó Pensilvania y Kentucky en el 3500 a. de J.C. y Nueva York en el 3000 a. de J.C.

    México se asomó también al horizonte prehistórico por la misma época. En Tlatilco se ha descubierto un nivel precerámico del 4300 a. de J.C. La antiquísima edad atribuida al Hombre de Tepexpán fue objeto de revisión cuando el carbono-14 asignó la fecha del 9100 a. de J.C. a la turbera que contenía sus restos. Con ello no quedó del todo zanjada la cuestión, ya que se siguió discutiendo acerca de si el hombre mencionado era contemporáneo de la capa de turba o simplemente había sido enterrado en ella.

    En 1954 aparecieron en Midland (Texas) fragmentos de un cráneo humano junto a restos de animales de la época glaciar. Los huesos humanos y animales se encontraban en el mismo estrato y las pruebas de flúor señalaron una edad parecida para ambos, pero, como el cráneo apenas difería del de los indios modernos y no ha sido sometido a la prueba del carbono-14, aún no puede asegurarse que el hombre de Midland sea «el americano más antiguo».

    El carbono-14 resolvió en parte la discutida cuestión del origen de la agricultura en el Nuevo Mundo. En efecto, con él se demuestra que en México existían culturas agrícolas hace 4000 ó 5000 años y que por aquella época, o quizá antes, el maíz llegaba a la cueva del Murciélago’ (Bat Cave); en Nuevo México. El descubrimiento de 3800 mazorcas en una capa de la cueva de Tularosa (Nuevo México), a la que fue posible atribuir fecha, revela que a principios de nuestra era existía en aquella zona una cultura totalmente desarrollada.

    El método del carbono-14 facilitó también fechas dignas de crédito para el estudio de las monumentales civilizaciones mexicanas, representadas en Teotihuacán y Monte Albán. Véase Atomo, Bombardeo con neutrones.

    Para más información ver: arqueología.
Actualizado: 23/02/2015
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Fuentes bibliográficas y más información de carbono radiactivo (c-14):
Análisis de carbono radiactivo (c-14)

Cantidad de letras, vocales y consonantes de carbono radiactivo (c-14)

Palabra inversa: )41-c( ovitcaidar onobrac
Número de letras: 23
Posee un total de 8 vocales: a o o a i a i o
Y un total de 10 consonantes: c r b n r d c t v c

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A. = alemán o antes
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Cómo citar la definición de carbono radiactivo (c-14)
Definiciones-de.com (2015). Definición de carbono radiactivo (c-14) - Leandro Alegsa © 23/02/2015 url: https://www.definiciones-de.com/Definicion/de/carbono_radiactivo_(c-14).php

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