Abyecto y abyecta son adjetivos que se utilizan para describir acciones o personas que son consideradas viles, despreciables o indignas. Se refieren a comportamientos moralmente reprobables que generan repulsión o desprecio en los demás. En un sentido desusado, también se empleaban para indicar a alguien humillado o herido en su dignidad u orgullo. Por ejemplo, "Después de la derrota, el general quedó abyecto ante sus tropas y su reputación se vio gravemente dañada".
adj. Dicho de una acción o una persona, que es vil, despreciable.
Cuando se califica a algo o alguien como abyecto, se está haciendo referencia a su naturaleza despreciable, vil o indigna. Se utiliza para describir acciones o comportamientos que son moralmente reprobables, que van en contra de los valores éticos y que generan repulsión o desprecio en los demás.
Ejemplos de uso: "es un ser maligno y abyecto que solo busca su propio beneficio sin importarle el daño que cause a los demás"
"es un hombre horrible... abyecto que ha traicionado la confianza de todos los que le rodean"
adj. desus. Humillado, herido en su dignidad u orgullo.
♦ En desuso en este sentido.
♦ Acepción en desuso.
Ejemplo de uso: "Después de la derrota, el general quedó abyecto ante sus tropas y su reputación se vio gravemente dañada"
Origen etimológico de abyecto: proviene de la palabra latina abiectus, y este a su vez del participio de perfecto de abicere, "abandonar", a su vez de ab y iacere, "arrojar", y este a su vez del protoindoeuropeo (lengua madre de las lenguas indoeuropeas) *ie-
• « Vivían con un terror abyecto ante la perspectiva de tener que atacar la línea enemiga, sabiendo que casi con toda seguridad serían masacrados. Miles de nuevos reclutas aparecían en las líneas cada mes, muchos de los cuales morirían en el primer ataque. »
• « Aunque ni los mineros ni los rancheros tenían la intención de quedarse permanentemente en el Oeste, muchos individuos de ambos grupos acabaron quedándose y estableciéndose allí, a veces debido al éxito de su apuesta y otras veces debido a su abyecto fracaso. »
• « Pero el doctor angélico, Tomás de Aquino, niega la posibilidad de erotismo en el Diablo; "Por naturaleza, es incapaz de amar, ni siquiera de la forma más abyecta y viciosa", descalifica. Y concluye en que sí puede tentar a hombres y a mujeres y hacerlos pecar. »
• « Una muchacha rusa con la que en vez de "pureza", esta había traído consigo algo monstruosamente sangriento: el estilo de vida estalinista, que era monstruosamente abyecto. »