Anatema puede referirse a la excomunión de alguien de la comunidad religiosa, o a una maldición o imprecación lanzada contra alguien. Puede usarse en ambos géneros y en un contexto literario para describir a un personaje condenado al castigo divino. Ejemplo: "El sacerdote lanzó un anatema sobre aquellos que no respetan los mandamientos de la iglesia". También se puede usar en frases como "lanzar un anatema" o "fulminar un anatema". Por ejemplo, "Lanzó un anatema contra su jefe por no darle el aumento de sueldo que le correspondía".