Por las costas del N de Europa y Asia, en el Periodo neolítico, la tradición de las culturas mesolíticas de Maglemosse da origen al círculo ártico-báltico. Poblaciones de cazadores y pescadores estuvieron en relación con las culturas dolménicas de las Tumbas de Gigante escandinavas en las que aparecen esculturas de ámbar, producto de la población ártica. Los idolillos de pizarra representan influencias del S y las hachas pulimentadas de serpentina proceden del centro nórdico escandinavo. Aparecen adornos de conchas y hueso y un tipo de cerámica denominado de peine, debido al motivo de su decoración. La población ártica desarrolla esta cultura durante todo el Neolítico y hasta la Edad del Bronce, siendo los esquimales sus descendientes directos.