Libro generalmente incluido por los judíos entre los Apócrifos del Antiguo Testamento, pero reconocido como sagrado por la Iglesia en el Canon Alejandrino. El mismo libro nos da a entender que fue escrito poco después de la caída de Jerusalén (586 a. de J.C.) por Baruc, secretario de Jeremías. Contiene tres partes claramente diferenciadas, que algunos racionalistas pretenden estar escritas en diferentes periodos. Insta el libro a sus lectores a la confesión de sus pecados y al retorno a Dios y les promete un futuro más feliz. Unida a la Profecía de Baruc, formando su capítulo sexto, aparece la copia de una carta de Jeremías a los desterrados de Babilonia previniéndolos contra la idolatría. Entre los escritos Pseudoepigráficos figuran dos Apocalipsis de Baruc (griego y siriaco), ambos probablemente de la Era cristiana.