m. Cerro aislado en una zona llana, también llamado cerro otero. Generalmente un cerro testigo se trata de un relieve residual producto de la erosión a lo largo de millones de años.
Se trata de un resto de una plataforma en un relieve donde hay dispuestas capas de rocas duras y roca blandas dispuestas horizontalmente en las que la erosión ha esculpido paisajes también horizontales. Las capas blandas de rocas son erosionadas por los ríos formándose colinas, y si la altiplanicie es atacada por la erosión por todos lados entonces aparecen los cerros testigo con las cumbres planas.
De allí que se diga que son "testigos" de las antiguas plataformas que existían millones de años atrás.
Son ejemplos de cerros testigos: la Montaña Pilot, en Carolina del Norte; la meseta de Dori, en Burkina Faso; el Cerro La Teta, en la península de La Guajiray; y los cerros en Guayan, Venezuela; también están el Cerro Buenavista, Cerro de los Ángeles, Cerro del Viso y Cerros de la Marañosa, todos dentro de la Comunidad de Madrid (España).
